jueves, 31 de marzo de 2011

Divas que vivirán siempre

A raíz de la muerte de nuestra Elizabeth Taylor, la mujer de los ojos color violeta, he decidido dedicar este post a algunas de las divas de Hollywood; esas inmortales que siempre permanecerán en nuestra memoria. Seguro que me he dejado muchas pero ahí van algunas de las más grandes:

Ojos color violeta, reina egipcia, niña dulce: ELIZABETH TAYLOR.





Niña traviesa, diamante en bruto, princesa en Roma: AUDRYE HERPBURN.




Reina de Suecia travestida, rusa en misión diplomática, el misterio de una mirada: GRETA GARBO.





Mujer fatal, ángel azul, rubia de hielo: MARLENE DIETRICH.




Belleza extraña, fiera en tu puerta, orgullo tierno: KATHERINE HEPBURN.




Cigarrillo eterno, mirada que mata, dueña de tus besos: LAUREN BACALL.




Pelirroja burbujeante, un guante que nunca acaba, una canción en susurro:
RITA HAYWORTH.



Onda rubia, bruja bonita, humo enamorado: VERONIKA LAKE.




Y al final... Ella: La Reina de las Diosas del Olimpo, la rubia de los labios encarnados, la neurótica, la ingenua, la inestable, la intelectual con fachada de maniquí, la más desgraciada de las divas, la leyenda:
MARILYN MONROE.






miércoles, 9 de marzo de 2011

De gatos y perros

Hoy he recibido una llamada; una petición de ayuda, una amiga, un recuerdo de lo que dejé por un tiempo. Me han pedido que vuelva a colaborar en AAGC; asociación de animales que fundé hace ya unos cuatro años con un grupo de personas implicadas con los animales. Estuve tan involucrada que hasta pensé en hacer un Máster sobre etología felina (yo de lo que más entiendo es de gatos, aunque también ayudamos a los perritos).



El caso es que me lo estoy planteando seriamente; volver a rodearme de animalitos agradecidos, de rescates, de adoptantes, de control de fechas para veterinarios y cierto estrés por la falta de tiempo y de dinero. Lo mejor y lo peor en uno: Los problemas y sobresaltos gratuitos (porque todo es voluntario) y la alegría de saber todos los que han salido adelante y viven en un acogedor hogar. En fin, ahí estoy... casi convencida de que este (merecido) descanso llega a su final. Con ilusión de retomarlo con las fuerzas recobradas.

Os invito a visitar la web, y por supuesto a adoptar en protectoras y perreras de vuestras ciudades (aunque también se hacen llegar los animalitos a otras ciudades mediante los padrinos de vuelo) y a ayudar en ONGs varias, que por desgracia es muy necesario.


Sólo quería compartirlo antes de Volver con esa pequeña (o gran) familia.

martes, 8 de marzo de 2011

Carnaval Carnaval



En contra de todo pronóstico ayer salí de Carnavales. Sí!!!

Mi admiración para todos aquellos de disfraces originales o súper currados: Lady Gaga cantando: "Alejandro, Alejandro, Ale Ale jandro", el joker del caballero oscuro increíblemente bien conseguido con el pelo verde desgreñado y con ese aspecto de húmedo/sucio, el robot de futurama (divertidísimo!), el prota  de "Pesadilla de Navidad" y luego los habituales de siempre: polis cabreadas, súper heroes varios, romanos, piratas, marineros, mexicanas, pulpos (del mar...), el clero, presos y un sin fin de personajes más inundando la ciudad.

Lo pasé muy bien perdiendo la compostura y la noción de la realidad (por lo de los personajes de fantasía, eh!? ejem ejem) por una noche.

¡Feliz Carnaval a todos!

lunes, 7 de marzo de 2011

Domingo de teatro



Ayer pasé el día medio atontada... cansada y sin muchas ganas de hacer nada útil me ví dos capítulos de "La Señora" sí, sí, la misma. Y cuando me disponía a recoger la marea de desorden que había a mi alrededor... de pronto: "¡Ostias! Teatro...". Hacía seis meses que había comprado las entradas para ver "Amar en tiempos revueltos"; un antojo de marujilla con sueños románticos. Eran la 18:30 y estaba en pijama. La función era a las 19:00.

Sin pensarlo mucho ponerse lo primero que se me ocurrió e ir a cara lavada y estrés a flor de piel. ¡Qué no llegamos! Correr, reír, tener suerte; y llegamos. AAAAAAAh, qué alivio.

Al entrar nos damos cuenta de que 80% del público debe ser del inserso por lo menos; pero sin prejuicios. Antes de que comience la función y ya ubicados en la fila 5 del patio unas señoras comentan detrás nuestra sus recuerdos de juventud en la época de Franco; me hace gracia escucharlas y de repente veo que nuestro lado una señora se ha caído al suelo al intentar sentarse y ahí está, sin quererse mover porque dice que le han operado hace poco las rodillas y le da miedo moverse bruscamente. No quiero ser mala pero tuve que desviar mi atención para no reírme inoportunamente... al final logró levantarse y la función comenzó.



¡Oh no! de todas las historias de la serie han elegido la que más odiaba... la del pomposo de Salvador (el escritor rojo) y Cristina, la mujer de su primo con sus morritos sugerentes. Pero... ¿Por qué? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (quien haya visto la serie me comprenderá). En fin... alegría y a disfrutar lo que se pueda.



Los jubilados no pararon de toser durante toda la función... aquejados de neumonía o algo porque aquello era una ola imparable de toses molestas. Y a mi derecha a una señora venga a sonarle el móvil con llamadas y mensajes montando el número. Una acomodadora le llama la atención para que lo apague y la señora que no sabía. Ufff por fin lo consiguió. La obra continúa... hasta su desenlace bastante similar al de la serie.

Aplausos a doquier cuando termina y de vuelta a casa un poco decepcionada la verdad. Esperaba otra cosa, no sé. Una historia nueva u otra más entretenida. De todas formas a quien le gustase la historia de los adúlteros artistas y quiera ver a Cayetana en persona, que se anime. Espero que el público en su ciudad no esté tan resfriado como aquí...

jueves, 3 de marzo de 2011

Volando voy, volando vengo...

Fuff aún no he hecho el equipaje y me voy en unas horas... Es un viaje relámpago pero algo tendré que llevarme.

Alguien me dijo hace poco que cuando sentía turbulencias era como si le mecieran y así dormía más agustito en el avión. Yo no tengo fobia pero relajada, lo que se dice relajada, tampoco voy. Siempre me compró un par de revistas y al poco de lograr sentarme me pongo a leerlas muy concentrada. Un artículo que realmente me interese es lo ideal para el momento del despegue. Dependiendo del día siento sudores o realmente logro evadirme; luego continuo con el ritual hasta que alcanzamos la altitud deseada y el resto del viaje me leo los apuntes, sigo con alguna revista o me veo una peli. Creo que si me hicieran un examen cuando llegase lo recordaría todo al dedillo de tan tensa que estoy. ¿Dormir en el avión? para mí es una utopia. No llega al pánico pero si a ese estado de alerta que no te deja relajarte.



Recuerdo que hace un año o así cogí el AVE y la sensación fue totalmente diferente: Escuchando el hilo musical mientras me perdia en mis ensoñaciones casi me dio pena que el viaje terminase (¡toma propaganda!).



Aaaay! divino tren (aunque algunos son de lo más incómodos).

Pensad en mí; os miraré desde las nubes esta tarde.