jueves, 3 de marzo de 2011

Volando voy, volando vengo...

Fuff aún no he hecho el equipaje y me voy en unas horas... Es un viaje relámpago pero algo tendré que llevarme.

Alguien me dijo hace poco que cuando sentía turbulencias era como si le mecieran y así dormía más agustito en el avión. Yo no tengo fobia pero relajada, lo que se dice relajada, tampoco voy. Siempre me compró un par de revistas y al poco de lograr sentarme me pongo a leerlas muy concentrada. Un artículo que realmente me interese es lo ideal para el momento del despegue. Dependiendo del día siento sudores o realmente logro evadirme; luego continuo con el ritual hasta que alcanzamos la altitud deseada y el resto del viaje me leo los apuntes, sigo con alguna revista o me veo una peli. Creo que si me hicieran un examen cuando llegase lo recordaría todo al dedillo de tan tensa que estoy. ¿Dormir en el avión? para mí es una utopia. No llega al pánico pero si a ese estado de alerta que no te deja relajarte.



Recuerdo que hace un año o así cogí el AVE y la sensación fue totalmente diferente: Escuchando el hilo musical mientras me perdia en mis ensoñaciones casi me dio pena que el viaje terminase (¡toma propaganda!).



Aaaay! divino tren (aunque algunos son de lo más incómodos).

Pensad en mí; os miraré desde las nubes esta tarde.




3 comentarios:

  1. Que tengas un buen viaje y te relajes, mujer :)

    Besotes^^

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  2. Me he portado muy bien jeje. Hubo turbulencias fuertes a la vuelta y casi que me lo pasé bien y todo. Debe ser que de tanto volar cada vez me resulta más familiar. Aunque también influyó que tenia muchísimo sueño. Y a la vuelta dando vueltas con el coche porque era imposible llegar a casa con la carrozas del Carnaval. Pero aquí toy ya!

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